sábado, 5 de junio de 2010

TRINI, LA MUÑECA DIABÓLICA

Gracias a los esfuerzos de la señora ministra Doña Trinidad Jiménez será muy improbable que me muera de cáncer de pulmón. Dado que según los estudios científicos que maneja la señora hay una relación directa entre el consumo de tabaco y ese tipo de cáncer, y empeñada como está en que no podamos fumar en ninguna parte, me será imposible morirme de la enfermedad a la que  estaba destinado. Erradicado el tabaco de los lugares de ocio y trabajo, no habrá ya lugar ni tiempo para cultivar la propia muerte.  En vez de cáncer de pulmón, esta señora ( acompañada de ese monaguillo siniestro de apellido Llamazares, que estaba a favor de que se consumase la deportación en masa de la población kosovar, recuerden ustedes, cuando la guerra de Kosovo), esta señora, digo, a modo de diosecita diabólica, ha escogido para mí una muerte más vulgar: un deprimente cáncer de próstata o de colon, una demencia senil, un alzheimer…Dice la doña que ella, como ministra de Sanidad, no puede consentir que se siga jugando con la salud de los españoles. Declaración de un cinismo desaforado, pues es precisamente ella la que pretende robar el derecho que los españoles tienen a su salud y a su enfermedad y la que juega con nuestras vidas a golpe de decreto-ley. Ella, la que pretende determinar como nos tenemos que relacionar y entretener. No sé que le hemos hecho los españoles, y los fumadores en particular a esta señora para que nos dé de esta manera el coñazo, pero desde luego pienso tomar represalias. Nunca más volveré a votar a su partido, que por cierto es el mío, y haré rogativas laicas para que ella pueda tener lo que con tanto denuedo impide que tengamos: un fulminante cáncer de pulmón. Creo que la Justicia ( poética), el PSOE y España seríamos entonces indemnizados. Pero eso sí, que sea pronto.